Qué pasa con la vida en pareja cuando llegan los hijos?
La llegada de un hijo a nuestra vida es sin duda lo más hermoso que nos puede pasar, nos llenamos de amor, de ilusión, nos esforzamos por ser la mejor versión de nosotros mismos para ser un ejemplo y guía para nuestros hijos. Es la experiencia más enriquecedora porque la vida nos enfrenta con nuestros propios miedos, con los patrones que tenemos arraigados y con las expectativas que tenemos de una familia.
Pero que hay detrás? Con la llegada de un hijo, a la mayoría de las mujeres nos da depresión post parto porque aunque tenemos ese ser maravilloso en nuestros brazos, la vida nos cambió, nos volvemos más aprensivas y entre el cansancio y las hormonas nos volvemos un poco histéricas 😬🙈. Pero con el paso de los días todo se estabiliza y fluimos en nuestra maternidad.
Por su parte, a los hombres también se les revoluciona su mundo. Ellos también tienen miedos, miedos a saber si lo están haciendo bien; miedo a faltar en casa; miedo a saber si podrán proveer, porque la llegada de un hijo está llena de mucho amor ❤️pero también de mucha responsabilidad, responsabilidad emocional, educacional y económica.
Pero y la vida de pareja ? Qué pasa ? También sufre una metamorfosis, también tiene su periodo de post-parto y de crisis. Por naturaleza, la mujer se funde con su bebé, ese instinto protector que nos caracteriza se activa y sin premeditación olvidamos que nuestra pareja también nos necesita.
Los primeros cinco años con hijos son realmente difíciles. Por qué? Porque los momentos de intimidad son pocos, y cuando hablo de intimidad me refiero a TODOS no solo el sexual. Tenemos conversaciones sin terminar, en ocasiones diferencias en cuanto a la crianza de los hijos (por lo regular las mamás somos más estrictas y los papás más flexibles). La vida social disminuye y el mundo gira al rededor de nuestros hijos.
Pero aquí es donde tenemos que hacer una pausa. Si queremos que nuestros hijos sean felices, ellos deben tener unos padres felices. Por ende, no debemos olvidar que primero somos mujeres y hombres, no debemos olvidar que somos pareja, que el amor que nos unió dio frutos con nuestros hijos. Debemos buscar un tiempo para nosotros, aunque sean pocos, establecer un día para hacer algo que disfrutamos juntos, como hacer ejercicio, leer un libro, ver una película. Pero cuando estemos en “nuestro momento de pareja” realmente estemos presentes. Procuremos darnos tiempo de calidad.
La vida en pareja también crece con los hijos, también madura y se hace más sólida.
Todo depende de la capacidad que tengamos de resolver nuestras diferencias, de la comunicación y de los detalles. No dejes de ver a los ojos a tu pareja, recuerda que los ojos son el espejo del alma. No dejes que el amor se apague. No permitas que el cansancio merme su relación, cuando menos lo pienses tus hijos habrán crecido y volverás a tener más tiempo para descansar y hacer lo que habitualmente hacían. Nadie dijo que es fácil, nadie dijo que la vida en pareja es perfecta. Es una misión de vida por elección. Y tú? Cómo eliges vivirla?
Muchas gracias por tan enriquecedor post, es totalmente cierto.
De nada Ayerim, con mucho cariño! ❤️